SURō, se plantea como un espacio de reunión social el cual, nace desde la inquietud, tanto académica como profesional, por inspirar, visibilizar y compartir el conocimiento de los productos, culinarias y territorialidades existentes en el Suroccidente de Colombia. Configurado en tres ejes fundamentales los cuales consisten en las personas, el territorio y los alimentos, así mismo, siendo intervenidos por actores pertenecientes a estos ejes, los cuales aportarán a la “Innovación”, pero una innovación enmarcada en dar a conocer aquello que se está perdiendo y haciéndolo sin una distinción jerárquica, pues todos aportamos al desarrollo del suroccidente.
Consistirá entonces SURō en una propuesta académica e integradora desarrollada desde la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, dentro de la Facultad de Creación y Hábitat y el programa de Gastronomía y Artes Culinarias, que se presenta como oportunidad de cambio hacia la perspectiva de las cocinas del Suroccidente y el cómo se entienden y desarrollan estas mismas dentro de sus sistemas culinarios integradores, la cual tendrá dentro de sus participantes actores nacionales e internacionales que ya están planteando un cambio desde estos aspectos mencionados y aportando al desarrollo de la soberanía alimentaria.
La base de nuestra alimentación se fundamenta en lo recibido del territorio en un ciclo ambiental perfecto y ordenado que da como resultado un producto palpable con connotaciones y significados que trascienden y van más allá de lo notable por nuestros sentidos. La magia del ingrediente no se encuentra en lo que tú puedas hacer con él, por el contrario, su verdadero valor y sentido radica en lo que él pueda hacer contigo; un pequeño bocado me puede saber a río, pero a ti, ese mismo pedazo de territorio te sabe a hogar, y todo gracias a la gran cantidad de historias que puedan rodear un mismo ingrediente, las cuales influyen en la perspectiva que se tiene de ellos.
Los conocimientos que constituyen las atribuciones de un ingrediente siempre se transmiten, representan o documentan de muchas maneras, pero sobreabundan las coplas, música, poesías o danzas, porque el conocimiento es como un líquido que toma la forma del recipiente en el que es envasado, siendo este último la representación del medio por el que será transmitido. El tipo de transmisión puede cambiar, la sintaxis puede ser distinta, pero su contenido se mantendrá en: historias detrás del ingrediente.
Es el vientre de la cultura, lugar donde, en base a los recursos que nos brinda, nos forjamos como personas, adquirimos una identidad, escribimos nuestra historia y guardamos todo lo anterior en una memoria que se encargará de diferenciarnos unos con otros.
La sostenibilidad fundamental se abastece de la relación entre el ser humano y el territorio que habita, es por esto que un mínimo desequilibrio en ese vínculo repercute a niveles inimaginables.
El territorio, nuestra casa común, es el proveedor por excelencia y el hogar donde habita la diversidad.
Cuando hacemos referencia a las personas de un espacio, hablamos específicamente de aquellos actores sociales que son el producto directo entre el ingrediente y el territorio, partiendo desde la concepción de que las personas son aquello que cultivan y comen, se entiende entonces la etnodiversidad y pluriculturalidad comprendida en el territorio nacional e incluso dentro del mismo territorio del suroccidente, un territorio hermoso, mestizo y diverso.