El papa Francisco ha marcado dos vías indicadas para construir un mundo mejor, más justo y pacífico: la fraternidad y la amistad social. Y lo hace en una época de crisis que ha puesto en tela de juicio nuestras falsas seguridades tras la pandemia del Covid-19.
Precisamente, para restaurar el mundo y salir adelante frente a los males que se generaron o agudizaron a raíz de la crisis sanitaria mundial, Francisco propone unas acciones concretas: instaurar la paz para hacer posible el trabajo común entre las naciones y los pueblos; el diálogo para encontrarnos y reconocernos en el otro; el fortalecimiento de la acción conjunta de los países para lograr un objetivo común; el no rotundo a todo tipo de guerra; la lucha contra la globalización de la indiferencia, y la promoción de la inclusión social.
Esta carta busca despertar en la población mundial la fraternidad, que seamos conscientes de que pertenecemos a la familia humana, que nos reconozcamos como hermanos e hijos de un solo Creador; que veamos que estamos en la misma barca, y esta es la razón por la que debemos permanecer juntos para salvarnos en un mundo cada vez más interconectado y globalizado.
Este documento está inspirado en los consejos de san Francisco de Asís, quien se dirigía a todos sus hermanos y hermanas y les proponía una “forma de vida con sabor a Evangelio”.
El actual sumo pontífice retoma estas enseñanzas para recordarnos que existe un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio; asegura que la “fraternidad abierta” permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite.
Francisco también comparte su admiración hacia el santo que 800 años atrás nos incitó a evitar toda forma de agresión o contienda y a vivir un humilde y fraterno “sometimiento”, incluso con quienes no comparten nuestra fe.
“Dios ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos”.
En ese sentido, esta encíclica social es un aporte del papa a la reflexión para que, frente a las situaciones actuales en las que se eliminan o ignoran a otros, tanto los cristianos como todas las personas de buena voluntad sean capaces de reaccionar “con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras”.
Desde nuestro proyecto de Universidad Transformadora, tomamos este documento como un llamado a permanecer juntos para hacer de nuestra vida una hermosa aventura, para que reconozcamos nuestro lugar compartido en el mundo y para que descubramos como como comunidad javeriana la forma en la que miembro puede aportar al desarrollo integral y a la paz.
Conoce la carta social del papa Francisco y descubre sus propuestas para hacer de este un mundo más fraterno.