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El amor por la tierra: la historia de Mariluz Cucuñame, una "Tesa por el Ambiente"

El amor por la tierra: la historia de Mariluz Cucuñame, una "Tesa por el Ambiente"
Karen Daniela Ferrín

Creado por: Lola Ferrin

La historia de Mariluz Cucuñame no solo está llena de amor por la naturaleza, sino también de esperanza por un futuro más verde para todos. Con 47 años y una vida marcada por su conexión con el campo, esta vecina de la Comuna 14 de Cali participa en el Diplomado en Educación y Gestión Ambiental, de la Estrategia Tesos por el Ambiente 2024, impulsada por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y la Javeriana Cali.

La voz de Mariluz se ilumina cuando recuerda sus raíces en Popayán, un lugar que define su amor por el ambiente. “Vengo del campo y eso se queda para toda la vida. Allá en el campo respiras paz, tranquilidad. Estás más conectada con la naturaleza”, dice con una sonrisa serena. Ese vínculo con la tierra, ese deseo profundo de volver a lo que considera su verdadero hogar, es lo que la motiva a actuar, a proteger y a educar a otros sobre la importancia de cuidar el planeta.

El impacto de la naturaleza en su vida se ha transformado en acción. Junto a su esposo, cuidan una pequeña zona verde en la Comuna 14. “Nos dedicamos a cuidar ese pedacito de tierra, a sembrar más árboles, a que los arbolitos tengan su zanjita para que cuando llueva el agua no se quede ahí estancada”, explica con orgullo. Para Mariluz, cada pequeño esfuerzo cuenta, cada semilla plantada es una promesa de vida para las futuras generaciones. Su objetivo no es solo embellecer el lugar, sino inspirar a otros. “Lo hacemos para que si nosotros no estamos, alguien más continúe cuidando este espacio”.

La estrategia de Tesos por el Ambiente no solo le ha dado herramientas para mejorar sus iniciativas, sino que también ha ampliado su visión. “Hay muchas entidades que ayudan al medio ambiente, y eso no lo sabemos porque nos enfocamos en las noticias malas”, comenta. El Diplomado en Educación y Gestión Ambiental le ha permitido descubrir que no está sola en su lucha por el medio ambiente; existen organizaciones y personas comprometidas que, como ella, creen en un futuro más sostenible. Este conocimiento no solo la ha empoderado, sino que la ha motivado a seguir adelante con sus proyectos, como la creación de huertas urbanas.

Además de ser manicurista, Mariluz entiende que su propósito en la vida va más allá de su trabajo cotidiano: “Siempre hay que pensar en algo más allá de la profesión que uno tiene en el camino”, reflexiona. Para ella, la educación ambiental es fundamental, especialmente para los jóvenes, quienes serán los responsables de continuar lo que ella y muchos otros han comenzado. “Hay que dejarles algo maravilloso, que digan ‘mira qué bonito esto, cómo hacemos para que siga adelante’”, expresa con convicción.

El proyecto de huertas urbanas que lidera en su barrio, Los Naranjos, en el oriente de Cali, es un claro ejemplo de su compromiso. Mariluz ha aprendido sobre compostaje y técnicas de cultivo en espacios reducidos, habilidades que ahora pone en práctica y comparte con su comunidad. “El lombricompost es una manera de nutrir la tierra con cáscaras de frutas y vegetales, para que las plantas crezcan más fuertes”, explica con entusiasmo. Para ella, cada pequeño cambio cuenta, y está decidida a hacer que esos conocimientos lleguen a más personas.

Cuando se le pregunta qué significa para ella ser una “Tesa por el Ambiente”, su respuesta es clara. “Es amar la tierra donde naciste. Es aportar un granito de arena para que este planeta siga creciendo, evitando la contaminación y el daño que le estamos haciendo”. Mariluz no solo ve el cuidado ambiental como una obligación, sino como una oportunidad para conectarse con lo más profundo de la humanidad: el respeto por la vida.

Su mensaje final es un llamado a la juventud y a sus vecinos, a todos aquellos que aún no han tomado conciencia del poder que tienen en sus manos. “Que la juventud tenga amor por la tierra de donde venimos. Ya se está aportando, muchos colegios han optado por sembrar árboles y enseñar a los niños que la tierra es algo valioso”, afirma. La esperanza de Mariluz radica en que las nuevas generaciones se hagan cargo de este legado, que sigan cultivando ese amor por la naturaleza que ella tanto defiende.

Mariluz Cogollán es un reflejo del compromiso profundo que miles de personas, muchas veces en silencio, tienen con la tierra. Tesos por el Ambiente no es solo una estrategia, es un movimiento que impulsa a personas como ella a seguir sembrando vida, a seguir creyendo que un futuro verde es posible si todos ponemos nuestro granito de arena. En sus manos, la tierra florece, y con ella, florece la esperanza.

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